EL APRENDIZAJE AUTÓNÓMO
EL APRENDIZAJE AUTÓNÓMO
Aprender “es una de las actividades que realizamos en forma cotidiana en diversos contextos; sin embargo, por lo general, relacionamos el aprendizaje con las escuela y los libros. Aprendemos a desempeñarnos en forma efectiva en el trabajo.
La persona que ha tomado la decisión de estudiar en la modalidad a distancia, es un valiente y le gustan los retos; lo cual es admirable, pero no es fácil, aunque SI es posible. Dentro de los factores de éxito se encuentran el interés, la disciplina y la motivación para avanzar cada día en el proceso de formación; son como la gasolina que mueve un carro; no se puede acabar: significaría el fracaso.
Tenemos que aprender a manejar las máquinas y equipos que se encuentran a nuestra disposición; todos estos aprendizajes facilitan las actividades y la interacción con el mundo en el cual vivimos y trabajamos, al mismo tiempo que se mejora nuestro desempeño personal y profesional” (Arguelles; 2010: 28).
En la modalidad de educación a distancia y virtual, el proceso de aprendizaje “como todas las actividades humanas, se fundamenta en una serie de procedimientos y acciones que posibilitan la apropiación, la comprensión y la integración de conocimientos en la estructura cognoscitiva de la persona. Estas acciones permiten convertir la información en conocimientos útiles, que potencian el desempeño personal y profesional, al tiempo que mejoran al nivel de interacción con el mundo” (Ibíd., 31).
El proceso de aprendizaje de los estudiantes en la modalidad a distancia y virtual, requiere acudir al aprendizaje autónomo, como una forma de organización del estudiante, frente a los compromisos y actividades académicas de cada asignatura.
Preparación para el aprendizaje
La preparación de cualquier actividad o evento, representa una muy buena parte del éxito alcanzado en el desarrollo de los mismos. El estudiante de la modalidad a distancia y virtual, requiere de un proceso de preparación para el aprendizaje, que comprende todas las actividades que se realizan antes de iniciar el aprendizaje:
Propósito de aprendizaje
El estudiante establece las metas a las cuales aspira a través del estudio del tema elegido; es decir, se precisa la intencionalidad durante el ejercicio de integración de nuevos conocimientos a la estructura cognitiva. Tener un propósito claro, definido y alcanzable, permite la cualificación del proceso de aprendizaje, así como la regulación de los esfuerzos y de la energía utilizada durante el aprendizaje.
La activación cognitiva
Mediante la activación cognitiva, se intenta que la persona vincule sus experiencias, conocimientos y vivencias al proceso de aprendizaje. La activación cognitiva pretende que la persona considere los conocimientos y la forma como los ha reintegrado a su bagaje cultural, así como lo que debería saber, para lograr el desarrollo de nuevas competencias que mejoren su desempeño personal y profesional. El estudiante ha de valorar lo que sabe sobre el tema objeto
de aprendizaje, comprender cómo están organizados sus conocimientos relacionado con el tema, e identificar lo que sabe y lo que necesita saber, son el tema de estudio.
La actitud mental hacia el aprendizaje
La actitud es la fuerza interior que moviliza los esfuerzos personales, para facilitar o dificultar el aprendizaje de una temática o área específica del conocimiento. La actitud está directamente relacionada con los deseos de las personas y sus anhelos más profundos. Una actitud mental adecuada, puede convertir el aprendizaje en: una pasión, un apoyo para sus búsquedas innatas, una sed de descubrir cosas diferentes, una fuente de placer y satisfacción. La actitud mental permite a la persona utilizar su cuerpo, su cerebro, sus emociones, sus sentimientos, sus valores y todas las habilidades en forma integrada y activa, para aprender y para lograr una inmersión total en la experiencia de aprendizaje de nuevos saberes.

La motivación e interés por aprender
La motivación y el interés, están determinados por las necesidades del aprendiz; por ello, se convierten en los motores que encienden el proceso de aprendizaje en la persona; son el elemento que dinamiza las intenciones del estudiante para aprender cosas nuevas y para encontrar nuevas aplicaciones. La motivación permite mantener el interés y el ánimo en la búsqueda permanente de las metas propuestas. El interés y la motivación se encuentran determinados por el grado de compromiso de la persona con el aprendizaje del tema.
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