DONDE Y CUANDO ESTUDIAR
DONDE Y CUANDO ESTUDIAR
Plan de trabajo: Un plan define los objetivos y ofrece una tabla de tiempos que fija el orden de la acción, orienta las operaciones del estudiante hacia metas que tiene planteadas.
Un buen plan no solo debe describir las tareas, sino la sucesión de las mismas y el tiempo requerido por cada una para su desarrollo, muchos fracasos escolares se deben a la incapacidad de los estudiantes para trazarse planes de trabajo.
Recordemos que se deben desarrollar actividades de distinto tipo, como son actividades personales (aseo, comidas...), escolares (tiempo estudio...) y actividades recreativas (deporte, música...) y hay que encontrar tiempo para desarrollar estas actividades.
La falta de previsión o de organización nos lleva a periodos alternativos de atracones y de vagancia, exceso de tiempo dedicado a ciertas materias con abandono de otras.
Donde y cuando estudiar: Las posturas más generalizadas nos indican lo siguiente.
En las últimas horas de la tarde y parte de la noche: Sus partidarios argumentan que se tiene más reciente las explicaciones del día y por tanto es más sencillo repasar y completar apuntes.
Primeras horas de la mañana: Sus partidarios nos recuerdan la frescura mental, el buen estado físico y la recuperación de las neuronas.
En cualquier caso, los criterios no son unánimes y está claro (clarísimo) que un repaso antes de dormir resulta muy eficaz. Otro aspecto importante es la duración de cada unidad de estudio, parece demostrado que son preferibles cortos periodos de estudio con pequeños intervalos de descanso, en posición opuesta a periodos más largos y descansos también más largos.
Respecto al lugar de estudio, recordemos que hay estudiantes que son capaces de estudiar en cualquier sitio. En casa se debe elegir un buen sitio que reuna las siguientes características:
• Situado lejos de ruidos.
• Puede ser un rincón pequeño, pero que resulte agradable.
• Que tenga buena iluminación.
• Que tenga una mesa amplia con todo lo que necesitemos a mano.
• Si es posible, que sea siempre en el mismo sitio, porque el hábito hace que se acostumbre, que inmersos en el marco ambiental se faciliten las evocaciones que permiten seguir asociando y organizando los conocimientos.
TÉCNICAS DE LECTURA:
Muchos estudiantes confunden estudiar con leer, está claro que lo primero lleva a lo segundo, pero no es suficiente, hay 2 errores (incluso en boca de algunos docentes) que deben ser desterrados:
• Para comprender bien hay que leer despacio.
• El que lee deprisa comprende menos que el que lee lento.
Velocidad:
Los lectores más rápidos son los que comprenden mejor, además un buen lector va uniendo rápidamente conceptos e ideas, formando unidades más amplias y coherentes de principio a fin del párrafo, en cambio, un mal lector, cuando llega a la mitad del párrafo, ha olvidado la idea central, y retrocede una y otra vez. Se ha demostrado que velocidad y comprensión correlacionan en torno a 0.9 (una buena correlación).
En la práctica debemos desterrar hábitos inadecuados que frenen la velocidad, entre estos hábitos destacamos los siguientes:
• La lectura en voz alta; En el idioma hablado se pronuncian unas 150 palabras por minuto, mientras que un lector medio puede leer entorno a 250 - 300 palabras por minuto. La lectura en voz alta frena la velocidad por lo que como práctica de estudio hay que desterrarla.
• Otro hábito que frena la velocidad es el de la subvocalización; Se trata de una lectura no sonora pero si pronunciada puesto que se observa el movimiento de los labios y se trata de un hábito que incluso a algunos buenos lectores les cuesta trabajo superar
• También es un mal hábito el señalar con el dedo; Se trata de una práctica que obliga a distraer la atención a la lectura y al estar pendiente del dedo o del lapicero a la vez que a la lectura.
• Por último, otro mal hábito es de las regresiones; Es un síntoma claro de los malos lectores y es obligado proceder a su reeducación.
Comprensión:
Es el poder dar cuenta de las ideas contenidas en un texto, se distingue de la memorización en que esta requiere retención, mientras que a la comprensión le basta con dar razón de la estructura y significado del texto
El texto es el que determina la velocidad y la comprensión, es preciso mantener una relación adecuada entre velocidad y comprensión, algunos autores lo llaman cociente de eficacia, que es el resultado de multiplicar la velocidad, expresada en palabras por minuto, por la comprensión, expresada en tanto por ciento, y dividir este producto entre 100.
COMO MEJORAR (la velocidad y la comprensión).
Para mejorar la velocidad: Durante 10 semanas lectura diaria durante 20 minutos a la mayor velocidad posible. Dos veces a la semana control de la velocidad y comprensión y anotación de los datos recogidos.
Ajustar la velocidad a la dificultad del texto, comenzando por textos fáciles y progresando en dificultad.
Eliminar los hábitos de vocalización y subvocalización, suprimir regresiones y sobre todo esfuerzo en mejorar el rendimiento.
Para mejorar la comprensión: Ir a las ideas y atención al vocabulario específico del texto y además controlar el tiempo, cuando se dispone de poco tiempo suele mejorar la comprensión, ya que se aumenta la concentración.
¿Cómo controlamos todo esto (velocidad y concentración)?: Las pruebas periódicas que han de aplicarse para valorar el progreso de velocidad y comprensión consisten en: Un texto adecuado y adaptado al nivel de dificultad de los escolares, una prueba objetiva del tipo elección única con 3 ó 4 alternativas aplicada inmediatamente después de la lectura (controlando el tiempo sabremos el número de palabras por minuto leídas y respondiendo a las preguntas de la prueba se calcularía el porcentaje de respuestas correctas).
TÉCNICAS DE EXTRACCIÓN
El estudiante distingue bien entre el reconocimiento de las ideas de un texto y el sabérselo. No ocurre lo mismo a un escolar que limitándose a leer varias veces el texto, cuando es capaz de identificar algunos datos más importantes, considera que ya se lo sabe.
Luchar contra esta creencia es difícil, es preciso trabajar las técnicas de estracción o estractación, como el subrayado, el esquema, el resumen y la síntesis. Sus objetivos son desarrollar ciertas destrezas y capacidades tales como:
• Acercar el contenido de estudio a través de un proceso más activo.
• Analizar y valorar la información, diferenciando lo sustancial de lo que no lo es.
Otra ventaja es que el alumno dispone de un material de aprendizaje para ser revisado rápidamente con vistas a un repaso.
El Subrayado:
El buen estudiante, debe ser capaz de separar lo importante de lo secundario, y este proceso comprende dos fases:
1.- Una fase mental: Destacar la información relevante mediante un proceso de valoración
2.- Una fase manual: Indicando las ideas centrales mediante el subrayado.
Las normas generalmente admitidas para un subrayado eficaz son:
• Lectura de toda la pregunta (o capítulo).
• El subrayar desde el principio tiene el riesgo de destacar ideas que más adelante resultan irrelevantes.
• No subrayar largos párrafos, sino breves frases o palabras significativas. Si hubiera que subrayar todo un párrafo, se realizaría mediante una raya vertical.
• Ni muchos colores ni muchas rayas; Hay quien recomienda destacar lo fundamental en rojo y el resto (ideas secundarias) en azul, esto es un error, ya que al final resulta subrayado todo el texto.
• Subrayar solamente los apuntes o los libros propios.
• Una forma de comprobar que el texto este bien subrayado consiste en leer solo lo subrayado y que tenga sentido.
El Resumen:
Algunos autores diferencian entre resumen y síntesis, nosotros no vamos a entrar en dicha diferencia. El objetivo de ambos es exponer brevemente las ideas centrales de un texto, para realizarlo debe, de al menos, estar subrayado y nos ayudará mucho realizar resúmenes del texto por párrafos, para pasar al resumen de los párrafos.
El resumen requiere la transformación de lo leído en elementos comprendidos y asimilados, esto exige del pensamiento reflexivo y de la elaboración personal, así como del lenguaje propio.
Por estas razones, se considera como una de las actividades culminantes del trabajo intelectual, de aquí que al requerir un grado elevado de madurez, de capacidad de análisis, de capacidad de valorar, de capacidad de relacionar, etc... haya que ir introduciéndolo a lo largo de la enseñanza.
Esto no significa que se tenga que relegar la síntesis y el resumen hasta la universidad, ya que en los últimos cursos de educación primaria, el alumno debe iniciarse en esta tarea.
El Esquema:
Se puede definir como la representación de algo atendiendo solo a sus caracteres más significativos. El esquema puede referirse a la imagen de una máquina dibujada con sus líneas más definitorias o puede referirse a los datos substanciales contenidos en un texto.
El esquema mejora (al igual que todas las técnicas de estudio) la comprensión del texto, favorece el estudio activo y facilita el repaso. Nos proporciona ideas importantes sobre el texto y además nos ofrece una rápida comprensión en un lenguaje conciso y claro y lo que es más importante es que presenta lo principal subordinando lo secundario. Para hacer un esquema se debe partir del subrayado.
Su inconveniente es que a veces solo se estudian los esquemas, y por ello se puede perder información. Los estudios indican que se debería de iniciar esta técnica en 3º de primaria. No todos los textos se pueden esquematizar.
Cómo tomar apuntes:
Existen dos razones para adquirir la técnica de la toma de apuntes, que son la
• Las lecciones expositivas siguen siendo el procedimiento de enseñanza de muchos profesores que no ven con buenos ojos el trabajo autónomo o las técnicas de grupo
• (esta es la que prefiere Jesualdo) La palabra del profesor seguirá siendo un medio formativo insustituible en muchas situaciones didácticas.
El recuerdo comienza a desaparecer después del aprendizaje, para prevenir este desgaste, los estudiantes toman apuntes, que les permiten reconstruir el contenido de la exposición, recordemos que tomar apuntes no equivale a registrar como un magnetofón todo lo dicho por el profesor, sino que implica recoger los puntos esenciales de la exposición, el orden de ideas, la relación entre los datos, las conclusiones...
No es una tarea sencilla, precisa de un entrenamiento que permita eliminar malos hábitos como; incapacidad para valorar las ideas y diferenciar su importancia, la incapacidad para sintetizar, la escritura lenta, la pereza mental que solo fija parte de la información y el deficiente hábito de escucha.
Adquiridos los buenos hábitos de escuchar, el estudiante puede obtener unos buenos apuntes si sigue las siguientes indicaciones:
• Recoger los elementos esenciales, como son definiciones, información numérica...
• Seguir el razonamiento del que habla
• No pasar los apuntes a limpio, pero si completarlos, subrayarlos y mejorar su estructura.
• Utilizar abreviaturas en palabras y expresiones corrientes.
• Revisar las notas antes de pasadas 24 horas, para mejorar y perfeccionar su redacción.
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